Rossana y Alberto

Mis dos hermanos mayores se llevan apenas un año y se quieren mucho. En las reuniones familiares mi mamá sieeempre cuenta la miiisma anécdota de cuando mis hermanos eran pequeños y le robaban plata de su monedero. Según ella, el cerebro de la operación era la astuta Rossana y el cómplice era el panzón de Beto. Juntos aprovechaban las prolongadas siestas que mi mamá se daba, para adueñarse de unos cuantos billetitos apulentados, que luego (cuando la mamá se fuera) utilizarian para comprar golosinas en la tienda de la esquina.
Pero en algún momento se les tenia que acabar la racha ganadora, y aquello ocurrió un día que mi mamá llegó inusualmente más temprano del trabajo y encontró a sus dos pequeños hijos viendo televisión de lo más chévere rodeados de haaarta golosina cara. Mi mamá entonces les preguntó de donde habían sacado el dinero para comprarlas y ambos se quedaron quietecitos con la boca toda embarrada de chocolate y sin decir ni pio. Así que mi mamá tuvo que hacer gala de sus dotes psicológicos y pedagógicos para conocer la verdad, les dijo… “Si no me dicen de donde sacaron la plata, ¡les quemo la mano en el fogón carajo!”.. enough, al toque nomás el buchonaso de Beto le soltó todito “¡La Rossana ha sido mamá!, ¡ella te saca plata del monedero y luego la esconde debajo del colchón!” (se escucha a lo lejos la voz del buen Ron Damón diciendo… traidoooooooorrrr…).
Mi madre se dirigió rápidamente al cuarto de mis hermanos, agarró el colchón con una sola mano y lo hizo volar por los aires (así lo cuenta mi mamá, yo le digo que eso es imposible, y se enoja.. jaja) y lo que vió la dejó atónita: Debajo del colchón había una gran cantidad de billetes y monedas, según mi mamá, en estas épocas serían algo así como cien soles, los cuales, obviamente, para un par de mocosos ochoañeros era un montón de plata. Así que ipso facto, al toque nomás, procedió a sacarles la recontra ñoña a mis dos hermanos… (a mi hermano Beto le pegó el doble por soplón…)
Me acordé de esto porque el día de ayer salí a pasear con mi hija (Camila Rossana) y con mi sobrino (Alberto Matías), quienes se llevan también solamente un año y son algo así, como las versiones 2.0 de mis hermanos. Es alucinante ver como se parecen incluso hasta físicamente a ellos, y es un mate de la risa ver como el pequeño Beto le sigue a su prima Rossanita a todos lados y la acompaña en todas sus travesuras. Siempre que los veo pienso, que es algo así como que mis dos hermanos hubieran vuelto a ser niños de nuevo… y por eso… cuido el doble mi billetera… solo por si acaso…

A continuación algunas fotillos de la salidita sabatina... :-)




"Gracias amiguita vaca, por la leche que nos das.. y la rica mantequilla, que comemos con el pan.." (¡esa canción la cantaba mi vieja! jaja)



La osita y el monito



"EBP: A ver, a ver... ¡digan chipi!"
"Camila y Mati: PICHIIIIIIIIIII........!!!!!!!"



Aqui se puede apreciar a mi sirenita pintandose la carita de "gatita miau" (creo que puedo hacer un catalogo con todas las fotos que tengo de mi hija con la cara pintada... hmm...) y a mi sobrinito esperando su turno para que le pinten "de dragón" (las intervenciones del buen Mati son las que le ponen ají al videito jaja)...

Vualá...