domingo, 1 de julio de 2007

La culebritica de EBP...

- Ya pues pepe, ¡Me vas a llevar si o no! -refunfuñaba la kari, algo molesta-

Así que, para evitar todo lo que suele venir luego de situaciones como esta (malas caras, malas comidas, y privaciones sexuales), tuve que abandonar mi riquísimo y calientito refugio, y calzarme de mala gana mis zapatillas… ´

- Te voy a llevar a Tottus para que compres la torta, ¡pero yo no voy a ir a la casa ah! –dije subiendo un poco la voz, defendiendo dignamente, mi fin de semana peliculero y futbolero-
- ¡No me importa si vas o no!, ¡tu llévame nomás y punto! –dijo la kari, tirándome encima mi polera marrón-

Minutos después, ya estábamos escogiendo la torta, una mediana de chocolate…

- ¿Qué le pongo joven? –me preguntó la señorita encargada de los postres-
- Kari... qué le pone…. –quise consultar con kari, pero esta había desaparecido, caballero tuve que pagar yo la torta-. Póngale… “Feliz día Tiá Telmita” por favor.

En efecto, se celebraba el cumpleaños número 53 de la tía Telmita, hermana de la madre de kari, y a quien toda la familia de mi esposa considera poco menos que una santa. La verdad sea dicha, yo también admiro y estimo mucho a la tía telmita, pero justo un día antes me había metido “unas cuantas” chelas con mis patas de la chamba y lo que menos quería mi hígado en esos momentos era una gota de alcohol mas. Así que la idea de asistir a esa reunión familiar estaba totalmente descartada.

Ya camino a la casa, como era de esperarse, la kari empezó a trabajarme al sentimiento…

- ¿Bien malo eres no?, Ya no te acuerdas cuando mi tía telmita se queda con la bebe, para que nosotros podamos irnos a bailar. Cuando nos presta plata para pagar las tarjetas. Cuando nos manda postres los fines de semana….
- Si me acuerdo kari, pero estoy cansado pues. Mira que ayer me he acostado tarde… -dije yo, tratando de apaciguarla-
- Mira pepe, ¡no me hagas acordar ya!... que desde que has entrado a ese nuevo trabajo estas que sales mas seguido solo… ¡Ah! y ese floro papito, de que las fiestas y parrilladas que organizan, son solo para los empleados…. Ayayay… que yo me entere nomás, ¡ya sabes!..

Faltando pocas cuadras para llegar a la casa de la tía telmita, los chantajes moralistas y los pucheros certeros de la kari, ya me habían convencido.

- Esta bien amor… vamos…
- ¡Ay mi amor! ¡Que lindo eres! –dijo dándome un beso-
- Yayayaya –dije safándome. Tratando de defender lo poco que quedaba de mi dignidad de varón-

Cuando ingresamos a la casa de la tía, el panorama lucia totalmente desalentador. Los presentes eran los mismos de siempre. El tío bolito, a quien todos queremos mucho, pero valgan verdades, es más aburrido que el rosario de las seis, siempre que voy de visita a la casa de la familia de mi mujer y me lo encuentro, se encuentra oculto detrás de un enorme diario “El Comercio”. Apenas me saluda con un balbuceo indescifrable y por debajo del diario, extiende una mano morenita y aguachenta que nunca puedo coger bien. A su lado se encontraba su mujer, la tía conchito, quien siempre que me ve, me enyuca sin piedad, mínimo 3 productos Unique. “Aquí tienes pepito, mientras que tomas tu coctelito mira este catalogo con lo ultimo de las fragancias Unique otoño-invierno 2007, que son lo máximo”. Y como cereza de la torta, como broche de oro, se encuentra sentada en una esquina de la sala, sobre un enorme sillón de terciopelo azul, lujosamente ataviada con un conjunto de lino beige, y bien abrigadita con un chal de lana color negro: “Chavelita”, la nonagenaria abuela de mi esposa, quien una vez verme ubicado delante de ella, se arranca contándome la historia de su cumpleaños numero diecisiete, cuando según ella, "se le juntaron cuatro novios en su casa, y ella no sabia que hacer para que ninguno se de cuenta que estaba con los cuatro a la vez"... La kari como siempre, una vez que se encuentra en su casa, con su familia, desaparece y me deja solo, batallando con el tedio del tío bolito, los catálogos de la tía concho y las historias –cien por ciento somníferas- de Chavelita.

Pero de pronto algo cambio –y yo siempre he dicho que todo cambio es bueno-, y fue que hizo su entrada en la casa un sujeto que pocas veces había visto en mi vida: El primo Charlie.
Llego con unos jeans rotos, una casaca talla Super Extra Large de los Chicago Bulls, y una radio alucinante que cuando la enchufó, hizo parpadear la precaria iluminación de toda la cuadra. Era una discoteca andante esa pequeña radio, tenía una X enorme de neón azul en la parte delantera, y –según me lo comentó el primo Charlie momentos después- leía cualquier CD con formato conocido y/o desconocido de sonido y/o video, sea CD, VCD, DVD, sea WAV, MP3, MP4, sea AVI, MPEG, MOV... ¡De todo leia la cachantrafa esa!...
Al instante la reunión sufrió un extraño cambio, y es que el primo Charlie, sin pedir permiso a nadie y sin ni siquiera, saludar a la cumpleañera, entró a la cocina, abrió el frigider y sacó de arranque una chela helada que destapó con los dientes y puso en la mano del sorprendido tío bolito, su viejo, quien para mi sorpresa, en vez de llamarle la atención, dejó a un lado su diario decano El Comercio, lo abrazó, e incluso cruzó unas cuantas bromas con él. Seguidamente el primo Charlie cuadró un reggaeton recontra berraco, subió al máximo el volumen de su radio, y sacó a bailar a la señora Lily, mi suegra, quien hasta hace algunos minutos se negaba rotundamente a bailar cualquier tipo de música aduciendo una lesión en el tobillo, pamplinas, en cuanto estuvo en medio de la sala con el Charlie se le fue todo y bailó sin inhibiciones, incluso pude notar que conocía bien la letra…

“Cuando sienta el ¡boom!… De este perreo intenso… Túmbame el guille y calma Que estás en falda y se te ve to'”

Incluso yo, que me considero autentico devoto de la música alternativa, eterno seguidor de las bandas noventeras grunge, y sobre todo, el mas grande fanático de Collective Soul en todo el territorio Peruano, tengo que reconocer que en cuanto sentí el ritmo pegajoso de ese ritmo de mierda, mis manos… y mis pies… ¡se me comenzaron a mover solitos csm!... así es, pude sentir el “flow”, me vi contagiado por el estilo y saoco contagiante del primo de mi mujer. Así que cuando la primera ronda de cervezas se acabó, yo mismo saqué plata de mi bolsillo y fui a comprar más. Cuando regresé de la tienda el tono ya estaba armado. Habían llegado dos primas más de mi mujer, quien al toque se acoplaron al relajo y también se meneaban frenéticamente al compás de una canción de Wisin y Yandel, el dúo dinámico, ¡mas de 1 millón de copias obligao papi!...


CONTINUARA...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja....

esa es o sea que el primo a sido el alama de las fiestas

Damian dijo...

estoy en mi univ, buscaba algo de información para mi clase de redes sociales y no sé?, se me ocurrio buscar en google al buen pepin, y como segunda opción a tu blog esta esta entrada de tu blog, le hice clic porsiaca por q el 2007 ni sabia q existias, es mas ni yo sabia bien q era un blog (pa' ser sinceros) y me encuentro con este post que carajo debe ser el mejor q te leido en meses, (¿no te enojas no?)me he sentidfo muchas veces asi sin querer salir y tener q acompañar al huevon de Jaime a salir con sus amigos, o verlo jugar partido o a su casa a hacer hora, y es q a veces no da gana de hacer nada salvo quedarse en casita echadito viendo tele, q rico ver tele en camita tomando mi vaso grandazo de pepsi mientras me como un keke de eso q vienen en bolsa de Bimbo.
vo'a leer la 2da parte :)

[ [EBP]] dijo...

GuAmBrA Loco...
Oye muchas gracias por leer este post, es de los antigüos que mas me gustan...

Damian...
Nunca escribí la 2da parte, así soy a veces, empiezo cosas que luego no acabo, pero si tienes razón, es un post muy gracioso, y ese día la pasamos de la ptm en el tono de la tia telmita gracias al primo charlie jajaja