Así que luego de ese terrible día amanecí en la cama de mi hija. Rodeado de figuras de princesas y sirenas, debajo de una repisa completamente llena de peluches y cuentos de hadas. Estaba solo, mi esposa e hija se habían ido, me habían abandonado...
"Ya me he arruinado la vida bastante.. basta de hacer siempre lo que quieren los demás y no lo que yo realmente quiero... basta de vivir de apariencias ... ¡a la mierda con todo!... me voy... ¡a la escuela de payasos!..."
Pero no era una empresa fácil, si bien es cierto, era lo que había querido toda mi vida, no tenía un carajo de idea, de donde quedaría tan prestigiosa institución. Así que sin mas ni mas, confiando y apelando a mi buena estrella, salí de mi casa decidido y me embarqué en una caminata despistada por las calles de mi barrio (por algún lugar había que empezar no?).
Caminé y caminé, con una sonrisa estupida dibujada en el rostro, moviendo mis manos y mi cabeza de un lado a otro, al compás de una canción imaginaria, la gente me miraba extrañada y me sonreía también, tal vez percibiendo mi felicidad, por primera vez en muchos años, me sentía libre y sin preocupaciones.
Y así, luego de algunas horas de andar sin parar, llegué a un parque desolado al frente de una iglesia, y como estaba ya, un poco cansado, me eché sobre una banca a descansar, cerré mis ojos y disfruté de una bien merecida siesta.
--- O ---
"Oye, abre los ojos" me dijo una voz extraña, y cuando abrí los ojos estaba frente a mi, de pie, un payasito, si bien es cierto, no era como los payasos de los circos, puesto que no llevaba ropas anchas ni multicolores, ni zapatos extra grandes, ni peluca color verde limón, era –mas bien- un payasito pobre y de mirada confundida, pero yo estaba contentísimo, porque estaba seguro de que a este singular payasito lo había enviado la buena fortuna, para que me oriente y guíe en mi difícil búsqueda.
"¿Donde queda la escuela de payasos, mi hermano?" le dije con voz amable, y este me miró extrañado, tal vez pensando, que yo me burlaba de él, así que haciéndose al que no me había escuchado, se sentó junto a mi y mirando de un lado a otro algo nervioso, me dijo que por favor le colaborara con unos caramelitos de menta que en su bolsita negra llevaba, y como yo le dije que no llevaba en los bolsillos ni un quinto, su rostro cambió de repente y con un movimiento rápido y certero, extrajo de su bolsillo una filuda navaja que me puso en el cuello.
"¡Dame tu billetera rápido huevon!" me dijo con voz enojada, y yo no entendía nada, por dios que no entendía nada, y como yo no me movía ni reaccionaba, el muy malvado me pegó un fuerte golpe en el rostro que hizo que por unos instantes perdiera yo el conocimiento, y así, antes de desvanecerme del todo, sentí como el payaso 'Navajita' (que así decía el gorrito que llevaba puesto) me sacaba de los pies mis costosas zapatillas, y antes de irse y perderse, oí que decía a lo lejos “Escuela de payasos ¿no?… ¡Ja!... ¡en la punta del cerro está la escuela de payasos conchatumadre!, y riéndose de buena gana, desapareció.
Así que ya tenia una pista que seguir, "En la punta del cerro" dijo la voz en mi cabeza, alcé la vista y vi que frente a mi se erigía un cerro congestionado de simpáticas casitas, "¡Como no lo pensé antes!" grité contento, y saltando de banca en banca, y caminando por ratos al revés, comencé a dirigirme hacia ese simpático cerrito que haciendo cálculos rápidos, debía quedar a unos treinta minutos apenas.
--- O ---
Antes de llegar al cerro, debía yo cruzar un desvencijado puente colgante que cruzaba las turbias aguas del rio chillón, y cuando decidido comencé a cruzarlo (no se veía nada seguro ese puente) divisé a unos metros de mi, a un escuálido can de raza indefinida que estaba siendo presa de una extraña convulsión. Instintivamente me agaché, y sin ningún miedo a que me mordiera o algo (no podría decir porqué estaba tan seguro de que no me atacaría) lo empecé a acariciar en su pelaje, y juro por dios que luego de unos minutos, el pobre perrito dejó de temblar y me miró con ojos de ternura, y cuando ambos nos incorporamos, y en gesto de agradecimiento, comenzó a lamer mis sucias medias, suplicando en su lenguaje, que lo llevara conmigo, "No puedo llevarte conmigo perrito, ya que yo ya no tengo casa ni pertenencias. Además, yo me voy a la escuela de payasos" le dije, esperando que me comprendiera, pero el fiel animal no se apartó de mi y comenzó a caminar delante mío, así que decidí seguirlo, pensando, que se trataba de otra señal.
Y no me equivoqué, algunas horas después, cansado de subir aquella empinada pendiente, esquivando autos viejos, enormes pedruscos y otros indescriptibles obstáculos, llegué –luego de rodear el ultimo cerro- frente a una construcción alucinante, que mas parecía sacada de un cuento que de la vida real misma, eran unas paredes color blanco esperanza, con un enorme portón color verde dragón, y con techos de lona que se acomodaban hacia arriba desembocando en una punta piramidal, y en lo alto de todo se avizoraba un letrero inmenso, iluminado por miles de focos multicolores que decía "ESCUELA NACIONAL DE PAYASOS", ¡al fin había llegado!...
--- O ---
Cuando atravesé el enorme portón divisé en el patio a centenares de hombres y mujeres, todos con las caritas pintadas y narices rojas, jugando a los malabares con redondas naranjas, haciendo equilibrio con escobas en sus narices, montando divertidos sobre destartalados monociclos, todos reían, todos eran felices.
Ingresé en lo que parecía ser la recepción, allí había un payaso gordo y calvo, que fumaba de una pipa que despedía humo rosado, me miró a mi y luego miró a mi perro, "¿Qué es lo que desea señor?" me preguntó finalmente, "¡Quiero ser payaso!" le dije emocionado, "Ah ya, eso está muy bien" dijo muy serio "Y su perro, ¿También quiere ser payaso?", dijo con voz buena, acariciando el lomo de mi can, "Ah bueno, eso no sabría decírselo, porque no se lo he preguntado", dije pensativo, "Pues entonces pregúntele ahora, porque una vez que usted atraviese esa puerta" y me señaló una puerta naranja que había en el fondo, "Ni usted ni el perro podrán salir nunca".
- ¿Tú también quieres ser un perrito payaso? –le pregunté a 'Manson', así le puse, porque mi perro tenia un ojo color marrón y el otro color celeste, como el cantante de rock
- ¡Guau! –me contestó decidido, y yo me puse mas feliz todavía-
"Mi perro también quiere ser payaso, señor", "Pues no necesita repetírmelo, si eso estuvo muy claro, yo también lo escuché oiga usted" me dijo el payaso gordo, y luego abrió la puerta naranja con una enorme llave que llevaba colgada en el cinto, "Adelante, pase usted" me dijo amablemente, y yo entré entonces por un largo corredor lleno de globos y serpentinas, y cuando lo atravesé del todo, me encontré cara a cara con una mesa larga, donde estaban sentados como diez payasos que me miraban de pie a cabeza…
- ¿Cree usted que tiene, las condiciones necesarias para ser payaso? –me preguntó el que parecía ser el líder
- Pues yo creo que si, señor…
- 'Candelita', yo soy el payasito candelitaaaaa, y he venido a jugar contigo, contigo, contigoooo… -dijo bailando en su sitio, moviendo los hombritos-
- Bueno señor Candelita, yo creo que si tengo las condiciones, porque yo he querido ser payaso toda mi vida oiga usted.
- ¿Y eso como usted lo sabe?
- Porque a través de toda mi vida, he hecho varias payasadas
- ¿Ah si? A ver cuénteme…
- Ah bueno, una vez me vestí de negro totalmente, y me pinté la cara como el de la película 'El cuervo', y salí por la calle a divertir a la gente, me tiraba en el medio de la pista, y cuando alguien se detenía a ayudarme, saltaba de porrazo y le gritaba "¡No estoy muerto huevón!", la persona se iba corriendo del susto
- Eso está extraño más bien, pero dígame, ¿alguien se reía de su acto?
- Claro que si señor, mis amigos de la cuadra ¡se cagaban de la risa!
- Ah bueno, tomen nota señores –dijo dirigiéndose hacia los otros payasos-
- En otra ocasión –proseguí- coloqué una cinta de rock pesado en un tono de salseros, y como todos me quedaban mirando extrañados, agarré una jarra que había en el centro de la mesa y los bañé a todos en vino, les grité: "¡Reprimidos de mierda, vayanse todos a la conchasumare!". Manché las paredes, las cortinas, ¡todo!...
- Oiga, ¡pero que payasadas raras se le ocurrían a usted!
- Así es señor Candelita, yo creo que definitivamente, yo he sido un payaso toda mi vida… Otra vez durante una reunión de trabajo, les dije a todos que se callaran porque quería improvisar un discurso, y cuando todos se callaron, les dije que me sentía orgulloso de trabajar en un sitio así, con los mejores profesionales del ramo, ¡en la mejor compañía del Perú!
- ¿Y no lo despidieron inmediatamente de su centro de labores, oiga?
- Nada que ver, por el contrario, algunos, hasta me dieron la razón. Yo creo que entre ellos hay varios que también podrían ser payasos…
- Bueno, pues de ahí me los trae también, aquí siempre hay espacio para nuevos talentos de la payasería.
- Ok señor, en cuanto tenga tiempo les digo y va a ver usted como le lleno este lugar de buenos payasos...
- Y bueno, me ha dejado usted boquiabierto, y a mis demás colegas también ¿No es cierto amigos? –dijo dirigiéndose hacia los demás payasos, quienes inmediatamente se pusieron de pie y lo apoyaron en su apreciación, algunos de ellos pronunciaron varios adjetivos halagadores hacia mi persona, yo no podía estar más feliz-. Y nada pues caballero, yo creo que con todo lo que me ha dicho, usted tiene suficiente madera para ser un buen payaso, así que solo me queda darle la bienvenida señor… señor…
- ¡Mi nombre es Jose Arguedas Egoavil, para servirle a usted y a toda su respetable familia…!
- Uhhmmm… pero ese no es un nombre digno de esta escuela oiga usted, inmediatamente tiene que elegir un nombre apropiado, tiene cinco minutos para ello, secretario 'Semolita' tome usted nota del nombre que elija el caballero.
Así que luego de pensarlo algo, ni siquiera mucho, porque creo que lo supe toda mi vida, les dije a todos mi nombre de payaso, que estoy seguro a todos les gustó mucho, porque inmediatamente se pusieron de pie y me aplaudieron y me abrazaron, mi perro manson también estaba feliz, movía la cola y saltaba de un lado a otro.
“Así que señores, en adelante mi nombre de pila jamás volverá a ser pronunciado, puesto que ese infeliz hombre acaba de morir en este momento. Ya nunca más volverá a levantarse a las seis de la mañana para ir a trabajar en algo que no le gusta, nunca más volverá a escribir una sola línea de código en lenguaje de computadoras, nunca más vivirá preocupado por conseguir dinero para pagar las cuentas, ni se preocupará por la buena o mala opinión que los demás tengan de él, en adelante vivirá feliz y despreocupado y hará lo que le da la gana con su vida, porque él ahora es........… ¡¡¡¡¡¡¡¡El payasitoooooo CAGA TONOS!!!!!!!!... oiga usted :)
6 comentarios:
No hay duda, para payado TU... jajaja...
secretario semolita no?
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
jajajajaj que buena, que tal imaginacion tio, me haces recordar a alguien mmm a kien sera??? a kien?? ah ya seeee a mi jjajaja...yo salia de vegeta en un show infantil y ahora ultimo de Curtis de hi5 ajajaj ke triste
De Vegeta ps!... jajajaja... no sabes el gusto que me ha dado que hayas leido este post. Es uno de los que más me gustan a mi, por toooodo lo que encierra.. claro que todo visto desde un punto de vista humorístico..
Muchas gracias por la visita!
Caga Tonos? jajaja...Y Pepín? jijijiji
Lo escribiste en el 2007 y recién lo leo :-o si no le creabas un link a la derecha de tu blog, fácil nunca lo leía xq te sigo recién desde el 2008...es uno de los post más laaargos q hiciste, no?, lo importante es q no aburre :-D
Excelente... no sé porqué pero a diferencia de los demás, bajo la "payasería" encuentro más de una reflexión.
Un gustazo, pasaré más a menudo por aqui.
Saluos!
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